El Sahara Occidental (o Sáhara Occidental) es un territorio del norte de África situado en el extremo occidental del desierto del Sahara, a orillas del océano Atlántico. Es uno de los 17 territorios no autónomos bajo supervisión del Comité Especial de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas, con el fin de eliminar el colonialismo. Fue introducido en la lista de los territorios no autónomos en 1960 a través de la resolución 1542 (XV) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 15 de diciembre de dicho año, cuando era una provincia española.
Su proceso de descolonización fue interrumpido en 1976, cuando su potencia administradora, España, abandonó el Sahara Occidental en manos de Marruecos y Mauritania —tras la marcha verde y conforme a lo dispuesto en los Acuerdos de Madrid (1975), no válidos según el Derecho internacional—. El territorio está ocupado actualmente su mayor parte por Marruecos, que lo llama sus Provincias Meridionales, aunque la soberanía marroquí no es reconocida ni por las Naciones Unidas ni por ningún país del mundo y es rechazada por el Frente Polisario, que proclamó su independencia en 1976 creando la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), reconocida hasta el momento por más de ochenta países. La RASD administra la región al este no controlada por Marruecos, la cual denomina Territorios Liberados. Por otro lado, Mauritania ocupa la ciudad sureña de La Güera y otras zonas adyacentes a esta dentro de la península de Cabo Blanco.
Según un informe solicitado por el Consejo de Seguridad al asesor jurídico de las Naciones Unidas, los Acuerdos de Madrid no hicieron a Marruecos ni a Mauritania potencias administradoras del territorio, por lo que este sigue siendo, a efectos jurídicos, un territorio no autónomo administrado por España. Este informe (documento S/2002/161) dirigido al presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y fechado el 29 de enero de 2002, indica en su párrafo sexto:
De esta forma Marruecos ocuparía el territorio, aunque solo la mayor parte del territorio, porque el resto se encuentra controlado por la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
La RASD ha sido reconocida por la Unión Africana y por ochenta y cuatro países en el mundo, la mayoría africanos o hispanoamericanos. Los últimos en reanudar relaciones diplomáticas en el año 2015 han sido Panamá y Mauricio. La RASD no está reconocida ni por la ONU, ni por la Liga Árabe, ni por ningún país europeo, ni ningún miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Las pretensiones de Marruecos respecto a su «integridad territorial» son apoyadas de forma oscilante por 25 estados y la Liga Árabe. Sin embargo, ningún país reconoce formalmente la anexión, como admite el informe del secretario general de la ONU del 19 de abril de 2006: