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El peso (símbolo: $, ISO 4217: ARS) es la moneda nacional de la República Argentina desde 1992, cuando reemplazó al austral. También fue conocido como peso convertible debido a su paridad con el dólar hasta la modificación de la ley de convertibilidad en 2002. Comenzó a circular el 1 de enero de 1992 bajo la mencionada ley de 1991.
Cada peso equivalía a 10 000 australes, debido a la hiperinflación que se produjo durante la presidencia de Raúl Alfonsín (1983-1989) y en menor medida en el primer año de gestión de Carlos Menem (1989-1999). Desde entonces y hasta el 7 de enero de 2002, tuvo un valor monetario igual a 1 dólar estadounidense por peso. El 7 de enero de 2002 el Senado sancionó la devaluación del peso tras más de una década de paridad con el dólar.
A partir de la derogación parcial de la Ley de Convertibilidad en el año 2002, bajo el gobierno de Eduardo Duhalde, debido a la fuerte crisis política y económica, el dólar subió su cotización respecto a la divisa argentina 236,25 % (de 1 peso a 3,3625 pesos/dólar) llegando a perder las tres cuartas partes de su valor frente a la moneda estadounidense, cayendo el 25 de marzo de 2002 al piso de 4,00 unidades por dólar. No obstante con la recuperación de la economía local en los meses finales de la presidencia de Duhalde el peso experimentó una revaluación, llegando al valor de 2,80 pesos/dólar a principios de mayo de 2003.
Durante los mandatos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, el peso se devaluó 9 % (de 2,87 a 3,13 pesos por dólar) y 211 % (de 3,13 a 9,74 pesos por dólar) respectivamente, enmarcándose en la política de "flotación administrada" llevada a cabo por el Banco Central de la República Argentina, con el mandato de preservar reservas monetarias y garantizar la competitividad cambiaria.
A fines del año 2011 fueron implementadas medidas de control de cambios, que lograron reducir en un 85 % la fuga de capitales, aunque también disminuyeron las reservas internacionales del BCRA en relación con el récord histórico del 26 de enero de 2011, cuando se ubicaban en 52 654 millones de dólares, alcanzando 31 433 millones de dólares al 5 de enero de 2015. Una consecuencia de dichas medidas fue la aparición de tipos de cambio múltiples y un mercado paralelo (llamado coloquialmente dólar blue), al que accedían particulares y empresas. Dichas medidas serían flexibilizadas el 27 de enero de 2014, tras una fuerte devaluación en las jornadas previas, con un monto de compra autorizado o cupo determinado por la AFIP de acuerdo a la capacidad contributiva del interesado, no pudiendo exceder el 20 % de sus ingresos mensuales registrados.
El 17 de diciembre de 2015, a una semana de la asunción de Mauricio Macri como presidente, se liberó el tipo de cambio y se flexibilizó la adquisición de moneda extranjera a la población. Ese día, el peso experimentó una devaluación del 42 % en el mercado oficial, al pasar de 9,83 a 13,95 por dólar. Fue la mayor devaluación registrada del peso argentino desde 2002, cuando se puso fin a la convertibilidad. A partir de ese momento, el tipo de cambio pasó a ser flotante bajo administración. En julio de 2017, el peso cotizaba a 17,66 por dólar, sufriendo una depreciación de un 82 % desde la liberalización del mercado cambiario. Para fines de ese año la moneda argentina se ubicaba como la de peor desempeño en el mundo en 2017.
En mayo de 2018, el peso cotizaba a 24,00 por dólar, habiendo experimentado una depreciación de 144 % con respecto a la moneda estadounidense desde el inicio de la gestión de Macri. Hacia agosto de 2018 el peso se devaluó nuevamente superando los 30 pesos por dólar, mientras que en los países vecinos como Brasil y Uruguay el peso se tomaba a 40 por dólar. Acumulando una depreciación anual del 75 % y una depreciación de más del 200 % respecto al dólar desde diciembre de 2015. A fines de agosto de 2018, el peso cotizaba cercano a los 40 unidades por dólar, habiéndose depreciado 304 % desde la asunción de Mauricio Macri y acumulando un 125 % entre los doce meses anteriores.
A marzo de 2018 se emiten monedas en centavos de: 5, 10, 25 y 50, de 1, 2 y 5 pesos, y billetes de 5, 10, 20, 50, 100, 200, 500 y 1000 pesos. Los billetes de un peso fueron sustituidos en 1994 por monedas del mismo valor. La línea de billetes tiene dos versiones. La primera que dejó de tener vigencia en diferentes fechas según los valores, $ 2 el 26 de noviembre de 1997, $ 5 el 22 de junio de 1998, $ 10 el 14 de enero de 1998, $ 20 el 18 de enero de 2000, $ 50 el 19 de julio de 1999, $ 100 el 3 de diciembre de 1999. En el nuevo diseño, que fue apareciendo a medida que salían de circulación los diferentes valores, tienen todos el mismo tamaño. Se rediseñó todo el billete, manteniendo la imagen de los próceres elegidos, con un fondo cada uno donde se insertan réplicas de manuscritos o escenas alusivas al personaje.
En la mayoría de los casos, es difícil encontrar monedas de 1 centavo, más aún si estas se buscan fuera del área metropolitana de Buenos Aires.
A partir de la derogación parcial de la Ley de Convertibilidad (artículos 1, 2, 7 (sustituido), 8, 9, parcialmente el 10, 12 y 13), se dejó de llamar a la moneda de Argentina «Peso Convertible de curso legal» para ser llamada simplemente Peso. La Ley N.º 25 561, del 6 de enero de 2002, en su art. 3.º deroga los arts. 1.º y 2.º de la Ley de Convertibilidad (que fijaban que el peso fuera convertible en dólares estadounidenses en paridad uno a uno), por lo que se dispuso suprimir el vocablo «convertibles» en los billetes de la actual línea monetaria.